El Congreso Internacional Cristiano Jujuy 2025, organizado por el Templo Bíblico Maranatha Central, vivió una impactante segunda jornada el viernes 18 de julio, colmada de mensajes transformadores, reflexiones profundas y un cierre musical inolvidable.
Desde temprano, el día se desarrolló con intensidad espiritual. Durante la mañana, se llevaron a cabo tres conferencias, mientras que por la tarde tuvo lugar una más, antes del esperado concierto de la banda cristiana “La Feria”, que se presentó por segunda vez en Jujuy.
Con una audiencia que sigue creciendo cada día y que llega desde diversos puntos del país y del interior de la provincia, los asistentes participaron con un corazón dispuesto, atentos a las enseñanzas de los oradores cuidadosamente seleccionados por la comisión organizadora.
El pastor Esteban Wiens, oriundo de Paraguay, volvió a ocupar el escenario con un mensaje que caló hondo en los presentes. Su prédica giró en torno a la necesidad de soltar las cargas que nos impiden crecer: la tristeza, las relaciones tóxicas, los deseos de la carne, entre otros obstáculos. “Es imposible avanzar si estamos atados”, afirmó. Invitó a cultivar una relación constante con la Palabra de Dios, la comunión con el Espíritu Santo y la vida congregacional. A través del ejemplo de Moisés, tartamudo y frágil a los ojos del mundo pero elegido por Dios para liberar a su pueblo, Wiens subrayó que lo que otros no valoran, Dios lo convierte en instrumento de su gloria.
La segunda gran intervención del día estuvo a cargo de la pastora Lali Gómez, de Buenos Aires, quien ofreció una enseñanza tan amorosa como desafiante. Su mensaje se centró en la vid verdadera y en la manera en que Dios poda a sus hijos para que den fruto. Con una comparación tomada de su propia experiencia con una planta de limón en su hogar, explicó cómo hay árboles que dan frutos por temporada y otros durante todo el año. Así, destacó que el proceso de poda, aunque doloroso, es parte del amor de Dios para formar nuestro carácter. “Ninguna disciplina es agradable en el momento, pero produce fruto a su tiempo”, aseguró. “En los mayores silencios, es cuando Dios está obrando con más profundidad”, añadió. Con contundencia, sentenció: “Si no llevamos fruto, no hay propósito en nuestra existencia”.
El broche de oro de esta segunda noche estuvo a cargo de la banda “La Feria”, proveniente de Buenos Aires. Con su particular estilo, alegría y pasión, lograron encender al público, que celebró y danzó en un clima de gozo y libertad. Fue un cierre festivo que coronó una jornada cargada de enseñanzas y emociones.
El Congreso continúa, y el fervor no disminuye. Cada día confirma que Dios está obrando de manera poderosa en los corazones de quienes participan, y que este encuentro marcará un antes y un después en la vida espiritual de muchos.
Por Juan Quispe