El Congreso Internacional Cristiano Jujuy 2025, organizado por el Templo Bíblico Maranatha Central, vivió una mañana de sábado con una intensa y edificante tercera jornada en el Estadio Federación de Básquet de San Salvador de Jujuy. La jornada incluyó tres conferencias, en las que los asistentes pudieron sumergirse en mensajes profundamente espirituales, cargados de sabiduría, dirección y presencia de Dios.
Cada predicador trajo una revelación particular, evidenciando cómo el Espíritu Santo se movió de manera única en cada intervención, alcanzando corazones y trayendo claridad sobre el llamado, la vocación y el propósito de vida en Cristo.
Uno de los primeros en compartir la Palabra fue el pastor Bernardo Affranchino, proveniente de Buenos Aires, quien exhortó a la congregación a vivir en conexión constante con Dios. Inspirado en la historia de Abraham, destacó cómo su obediencia y pasión por buscar a Dios lo convirtieron en su amigo. “Dios también nos busca y anhela pasar tiempo con nosotros, no sólo nosotros con Él”, expresó Affranchino. Enfatizó que no se trata solo de estudiar o asistir a eventos, sino de experimentar la presencia de Dios de forma viva y real: “A Dios se lo vive, no solo se lo estudia”.
Luego fue el turno del pastor Carlos Belart, de la iglesia Cita con la Vida, en Córdoba, quien ofreció un mensaje profundo sobre el llamado ministerial, haciendo referencia al legado del apóstol Juvenal García. Belart trazó una distinción entre ser amigo y ser hermano en la fe, y sostuvo que la iglesia no se edifica sobre opiniones, sino sobre vocaciones, es decir, lo que Dios piensa y no lo que los hombres comentan. “El crecimiento incomoda”, afirmó, explicando que cuando una iglesia avanza, enfrenta desafíos, oposiciones y responsabilidades. También compartió experiencias con políticos de distintos tiempos, destacando que no es la cantidad de seguidores lo que engrandece un propósito, sino la altura del llamado divino.
La tercera conferencia matutina estuvo a cargo del pastor Oscar Sensini, de Rosario (Santa Fe), quien cerró con un mensaje centrado en la gratitud, el fruto y el cuidado del cuerpo de Cristo. Subrayó que para dar fruto verdadero es necesario cuidarnos unos a otros y permitir que el Espíritu Santo sea quien nos alimente espiritualmente. “Sabio es el que gana almas”, citó con convicción, y remarcó que la doctrina bíblica es lo que nos da identidad en Cristo. Sensini también hizo un fuerte llamado a la unidad y al amor, destacando que debemos valorar a cada persona por el precio que Cristo pagó por ella. En un momento de gran impacto, concluyó: “Debemos ser anticuerpos que restauren la iglesia, no elementos que la dañen”.
Así, con una jornada cargada de unción, enseñanzas poderosas y corazones abiertos, el Congreso avanza hacia su última etapa con gran expectativa y gratitud por todo lo vivido.
Cada conferencia tuvo su propia particularidad, ya que Dios se fue moviendo en cada detalle ante aquellos congresistas que llegaron de todo el país.
Por Juan Quispe