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Trabajadores de la “CASA DEL NIÑO Y LA NIÑA”, cansados del destrato, le hablaron a la comunidad

Foto: Juan Quispe

En una nota enviada a la comunidad jujeña, dieron a conocer como se encuentran y la situación que están atrevasando.

CARTA ABIERTA A LA COMUNIDAD

Ante los reiterados traslados del Dispositivo de cuidado “CASA DEL NIÑO Y LA NIÑA “, única casa provincial que alberga a niños, niñas y jóvenes con discapacidad en situación de vulnerabilidad.

Nosotros los trabajadores que cumplimos diferentes funciones en la casa (operadores, cocineras, enfermeras, docentes, serenas, etc.) queremos trasmitir nuestro desconcierto frente al destrato que hace cuatro años se vive por autoridades provinciales ausentes y carentes de políticas publicas que garanticen infancias felices en una casa que desde siempre necesito un lugar de pertenencia.

El año de creación data de 1986 por aquel entonces albergaba solamente a niños en situación de calle, ese espacio se denominaba EX SERAPROM.

Hoy en día dicho espacio se llama “CASA DEL NIÑO Y LA NIÑA “depende de Secretaria de Niñez Adolescencia y Familia , alberga a niños y niñas de entre 5 y 12 años, y a dos jóvenes con discapacidad. Los mismos son oriundos de diferentes regiones geográficas de la provincia de Jujuy de manera transitoria y permanente hasta su egreso con la familia, a otro dispositivo o adoptabilidad. En dicho dispositivo las intervenciones se realizan basadas en el INTERES SUPERIOR DEL NIÑO, entendido este como tal la máxima satisfacción integral y simultanea de los derechos y garantías reconocidos en la ley Nacional 26.061 ( art. 3) y la Ley Provincial 5288 ( art 16).

” Todo niño y adolescente tiene derecho a ser criado y educado en el seno de su familia de origen y, excepcionalmente, en un ámbito familiar o institucional alternativo, que proporcione contención afectiva y asegure la continuidad de su sentido de pertenencia cultural y comunitaria.”

Esto fue hasta que decidieron la relocalización, en otro barrio y luego de nuevo en otro barrio ,sin tener en cuenta el entramado de redes institucionales( escuelas ,centro de salud ,policía,  ONG, Centro Vecinal ,etc) con los cuales durante años se forjo y se articulo para sortear diferentes barreras sociales .

La casa que se encontraba durante años en funcionamiento en el Barrio Mariano Moreno en Panama esq. Yecora dejaba de la noche a la mañana su historia ,sus raíces y el lugar de pertenecía de algunos niños se quedaba allí.Al dia siguiente seria un comenzar sobre lo desconocido ,pero con la convicción de brindar siempre una labor comprometida ,no fue fácil llegamos a otro espacio al cual no fuimos bien recibidos ,y es que compartiríamos espacio en el  CDI “Eva Perón”,la permanencia no fue por mucho tiempo hasta que nuevamente de la noche a la mañana se realizaba una nueva mudanza ,esta vez a un barrio céntrico ,el cual permaneceremos hasta hoy a la noches y será con la luz del sol que se volverá a armar las bolsas para trasladarse y esta vez se comenta provisoriamente al Hogar Escuela ,seguramente un tiempo porque aun no hay destino fijo .

Hoy nos preguntamos que paso con los marcos normativos que nos dicen que tenemos que brindar a los niños /as un sentido de partencia en comunidad?  ¿Por qué a la fecha no se trabajó sobre políticas públicas que garanticen la creación de un espacio propio para aquellos niños que transitoriamente lo necesitan?

En el año 2015 pensamos que con la re funcionalización de la casa, cambio de instalaciones sanitarias, cloacales, eléctricas, de cocina y gas, comenzaría un cambio de mirada frente a la necesidad del espacio para cuidar y proteger derechos de niños y niñas durante su permanencia   importante en su trayectoria de vida.

La Convención reconoce la dignidad humana fundamental de todos los niños y la urgente necesidad de velar por su bienestar y su desarrollo. Deja clara la idea de que todos los niños deben tener derecho a una calidad de vida básica, en lugar de ser un privilegio que pocos disfrutan.

La responsabilidad en la protección de los derechos de NNyA no recae solamente en el estado sino también en todos los actores sociales que intervienen para garantizar y efectivizar derechos en materia de calidad de vida. Es por ello que desde nuestro lugar de trabajo del cual somos piezas fundamentales para el funcionamiento, solicitamos a los organismos competentes engranajes de corresponsabilidad, estabilidad y respeto frente a lo que hoy nos toca atravesar. Una dinámica necesaria entre las fuerzas que contribuyen a cristalizar trayectos históricos que posibilitan el reposicionamiento de derechos vulnerados. Necesitamos un proceso de cambio de paradigma, para conseguir un abordaje integral en la promoción y protección de los derechos de los NN y A.

En definitiva, no solo hay grandes deudas respecto del cumplimiento efectivo de la ley 26.061, sino que reafirmar que un cambio de paradigma teórico no implica necesariamente un cambio en la práctica. Por lo tanto, todos los que trabajamos cotidianamente por los derechos de NNyA tenemos una gran tarea por delante;

revisar críticamente nuestras prácticas y seguir exigiendo al Estado que garantice de forma integral todos los derechos de los NNyA .

Y es por ello que creemos necesario humanizar el deseo de muchos niños y niñas que necesitan de un espacio que sea construido desde lo más parecido a una casa.

El “deseo humaniza “cuando efectivizamos demanda de amor y atención en el otro no solo por la necesidad de dar respuesta a restitución de derecho, sino también en la vinculación fluida que se genere y que permita despliegues armónicos en su paso por el dispositivo de cuidado. Cada intervención desde el rol que hoy nos ocupa tiene consecuencias, por lo que es importante poner la mirada en el otro desde el respeto y la valoración de su historia personal.

“Necesitamos que se efectivice un espacio de pertenencia, donde las diferentes historias de vidas de miles de niños no divaguen sin un camino seguro y pleno.”

Partiendo de esta premisa, el dispositivo de cuidado necesita de su propio espacio, para brindar la posibilidad de vínculos de apego seguro en el marco de una familia, en los cuales experimente la sensación de protección y sostén físico-emocional, primordial para un desarrollo saludable, así como para la construcción de su subjetividad, de una identidad integrada, estabilidad emocional y confianza en sí mismo. En la cual cobra total relevancia las “ceremonias mínimas” que se crean ,se reinventan y se efectivizan en cada “ momento” de intervención para fortalecer trayectorias personales que permita instituir infancia   de forma libre, con autonomía y sobre todo con PRESENCIA de ese OTRO ,que guiara su paso por la casa y dejara Huellas de VIDA.

“Devenir de un cambio, de un proceso socio-histórico en la ampliación de derecho para la niñez nos hace participe cada día en la función que hoy nos ocupa, un desafío permanente que involucra a todos los sectores de la sociedad.”

Somos resilientes de un sistema que año tras año vive en un viejo paradigma, donde considera al niño como un objeto trasladable. Necesitamos actuaciones concretas que garanticen y materialicen derechos de niños/as.

 

Hablar de los derechos de los niños jamás debe ser una tarea menor,

debe ser el Norte de nuestro futuro, con la clara concepción de que los jóvenes

no son sólo nuestro futuro, sino y sustancialmente, nuestro presente y al que como tal debemos cuidar (CDN)

 

 

Atentamente Trabajadores de la

“CASA DEL NIÑO Y LA NIÑA “

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Affranchino: “Todo empieza con una oración y un pacto con Dios”. Finalizó el Congreso Cristiano en el Estadio Federación

Affranchino: “Todo empieza con una oración y un pacto con Dios". Finalizó el Congreso Cristiano en el Estadio Federación

Durante una de las plenarias más desafiantes del Congreso Cristiano Internacional Jujuy 2025, el pastor Bernardo Affranchino compartió un mensaje profundo y confrontador en el último día de plenaria. Comenzó reflexionando sobre la historia del pueblo de Israel, señalando que, tras casi 400 años de esclavitud en Egipto, aunque habían salido físicamente, el Egipto interior —la mentalidad de esclavitud— aún permanecía en ellos.

Affranchino enfatizó que solo Dios tiene el poder de dar al ser humano un corazón para entender, ojos para ver y oídos para oír, tomando como base Apocalipsis 11:2, donde el Señor le habla al apóstol Juan a sus 80 años. “El paso del tiempo no garantiza sabiduría. Los años por sí solos no otorgan entendimiento espiritual”, afirmó.

Tuvo también un momento especial para honrar y bendecir a los mayores de 70 años, recordando que, aunque el sistema los margina, en el Evangelio no existe el retiro. “Mientras haya aliento, hay propósito”, señaló.

Luego habló sobre la autoridad espiritual, explicando que la palabra vara representa ese principio, y llamó a los presentes a levantarse del estado en el que se encuentran. “Cuando Dios va a hacer algo sobrenatural, el ambiente de fe es crucial”, expresó, y criticó la falsa esperanza en los gobernantes para transformar la nación: “Eso le corresponde a la iglesia. No somos perfectos, pero portamos Su presencia por medio de la gracia y la consagración”.

Afirmó que la consagración es el camino para capturar la presencia de Dios, y animó a quienes luchan en silencio: “Aunque las cosas no me salgan, lo estoy dando todo”. Y advirtió: “Hoy podemos entrar en Su presencia sin morir, pero Dios espera santidad de parte nuestra”.

Recordó que somos un cuerpo, y como dice la Escritura, el hierro con hierro se afila. “Tu hermano te raspa porque te forma”, ilustró. Habló sobre el valor del sacrificio, y  agregó: “Dios está sobre todo, pero hay situaciones dónde nuestra decisión permitirá ver si algo sucede o no. Por ejemplo, cuántos se salvarán en Jujuy depende de si los cristianos predican o no. ¿Quién oirá si nadie les predica?”

Llamó a ir hasta el último metro, hasta el último día, y explicó que el patio (parte externa del tabernáculo), según Apocalipsis, representa estar fuera de la santidad, y allí opera el número del diablo: tres y medio, símbolo de una sociedad sin Cristo.

Dijo que cada vez que se predica, ese ‘tres y medio’ se transforma en siete, y destacó el rol de los dos testigos como luz y unción. Afirmó que es necesario que las congregaciones permanezcan en el templo , pero también deben salir a la calle. “Jesús se movía: iba donde estaba la gente, los bendecía, los sanaba, y luego predicaba. Nosotros debemos hacer lo mismo: ir a la ciudad, bendecir, sanar y predicar”.

“No arrugues, bancátela”, animó con firmeza, “porque el infierno está en contra de lo que hacemos. Pero lo enfrentamos, lo reprendemos, lo vencemos en el nombre de Jesús y avanzamos”.

Afirmó que es necesario reparar mediante la guerra espiritual e intercesión, y remarcó: “Nadie puede amar Jujuy más que los jujeños. ¡Bendigan su tierra! Sean portadores de los pies que bendicen la ciudad”.

Clamó: “¡Señor, danos ojos para ver lo que está escondido y deshacer las obras del infierno!”. Insistió en que es urgente interceder más, discipular la ciudad como si fuera una persona, y pactar con Dios.

También habló sobre la economía del Reino: “El que da será engrandecido. Pero soltá, repartí, bendecí, porque eso abre cadenas de bendición”.

Finalmente, planteó una pregunta poderosa: “¿Hasta dónde llega el altar?”. Y respondió: “Hasta donde la gente adore. Desde el altar, debemos ir a la calle y participar activamente en la vida de la ciudad: en la industria, en el comercio, en la comisaría. La iglesia tiene que gobernar con principios del Reino”.

Y concluyó con una frase que resonó en todo el estadio:
“Todo empieza con una oración, con un pacto con Dios”.

Por Juan Quispe

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Affranchino: “Cada cosa relevante que vas a alcanzar, tiene una pérdida primero”

Affranchino: "Cada cosa relevante que vas a alcanzar, tiene una pérdida primero"

La tercera jornada  del Congreso Cristiano Internacional Jujuy 2025, organizado por el Templo Bíblico Maranatha Central, estuvo marcada por un mensaje profundo y revelador a cargo del pastor Bernardo Affranchino, quien ministró ante un estadio Federación de Básquet colmado por familias, jóvenes y delegaciones llegadas de distintos puntos del país.

Con un enfoque bíblico cargado de sabiduría, historia personal y revelación, Affranchino comenzó su exposición estableciendo una cronología de tres mujeres fundamentales en la historia del pueblo de Israel: Sara, Rebeca y Raquel. A través de sus vidas, trazó un paralelismo con la realidad cotidiana de muchos creyentes, destacando que en la vida—independientemente de los años que se tenga como cristiano—hay momentos de victorias y derrotas, de ganancias y pérdidas, y que cada experiencia tiene un propósito divino si se transita de la mano de Dios.

Apoyándose en el Libro de Génesis, el pastor explicó que, aun dentro de las líneas hereditarias o mandatos familiares, el orden puede romperse cuando el propósito de Dios lo requiere. Puso como ejemplo a José, hijo de Jacob, quien —en un acto de generosidad y visión— decidió que su legado llegue a sus propios hijos, Manasés y Efraín, los nietos de Jacob. Esa acción fue interpretada como un acto de redención familiar, un quiebre de patrones y una expresión de amor por las próximas generaciones.

Affranchino sostuvo con firmeza que si no se rompen las fortalezas y cadenas que habitan en las estructuras familiares que not tienen a Cristo en el control, estas continuarán repitiéndose generación tras generación. Su mensaje fue un llamado a que cada creyente tome responsabilidad espiritual sobre su linaje, permitiendo que Dios intervenga y sane lo que muchas veces se arrastra en silencio.

Hacia el final, compartió parte de su propio testimonio personal, relatando con sinceridad las dificultades que enfrentó en los comienzos de su matrimonio, especialmente al intentar conseguir su primera vivienda. Mostró así una faceta humana, sensible y cercana, dejando en claro que la fe no elimina los procesos, pero sí los llena de propósito. “A veces creemos que porque somos cristianos, todo será inmediato. Pero Dios obra en su tiempo, no en el nuestro. Y muchas veces lo que hoy no entendemos, será la bendición para nuestros hijos o nietos”, expresó.

Con esta plenaria, el Congreso continúa desafiando a los participantes a mirar más allá de las circunstancias presentes y a confiar en que Dios siempre tiene un plan más grande, incluso cuando el proceso parezca silencioso.

Así se vivió la última conferencia del pastor Bernardo Affranchino en el Congreso Internacional Cristiano Jujuy 2025.

Por Juan Quispe

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Belart, Sensini, y Affranchino, buscaron despertar la pasión por Cristo, en el Congreso Cristiano Internacional en Jujuy

Belart, Sensini, y Affranchino, buscaron despertar la pasión por Cristo, en el Congreso Cristiano Internacional en Jujuy

El Congreso Internacional Cristiano Jujuy 2025, organizado por el Templo Bíblico Maranatha Central, vivió una mañana de sábado con una intensa y edificante tercera jornada en el Estadio Federación de Básquet de San Salvador de Jujuy. La jornada incluyó tres conferencias, en las que los asistentes pudieron sumergirse en mensajes profundamente espirituales, cargados de sabiduría, dirección y presencia de Dios.

Cada predicador trajo una revelación particular, evidenciando cómo el Espíritu Santo se movió de manera única en cada intervención, alcanzando corazones y trayendo claridad sobre el llamado, la vocación y el propósito de vida en Cristo.

Uno de los primeros en compartir la Palabra fue el pastor Bernardo Affranchino, proveniente de Buenos Aires, quien exhortó a la congregación a vivir en conexión constante con Dios. Inspirado en la historia de Abraham, destacó cómo su obediencia y pasión por buscar a Dios lo convirtieron en su amigo. “Dios también nos busca y anhela pasar tiempo con nosotros, no sólo nosotros con Él”, expresó Affranchino. Enfatizó que no se trata solo de estudiar o asistir a eventos, sino de experimentar la presencia de Dios de forma viva y real: “A Dios se lo vive, no solo se lo estudia”.

Luego fue el turno del pastor Carlos Belart, de la iglesia Cita con la Vida, en Córdoba, quien ofreció un mensaje profundo sobre el llamado ministerial, haciendo referencia al legado del apóstol Juvenal García. Belart trazó una distinción entre ser amigo y ser hermano en la fe, y sostuvo que la iglesia no se edifica sobre opiniones, sino sobre vocaciones, es decir, lo que Dios piensa y no lo que los hombres comentan. “El crecimiento incomoda”, afirmó, explicando que cuando una iglesia avanza, enfrenta desafíos, oposiciones y responsabilidades. También compartió experiencias con políticos de distintos tiempos, destacando que no es la cantidad de seguidores lo que engrandece un propósito, sino la altura del llamado divino.

La tercera conferencia matutina estuvo a cargo del pastor Oscar Sensini, de Rosario (Santa Fe), quien cerró con un mensaje centrado en la gratitud, el fruto y el cuidado del cuerpo de Cristo. Subrayó que para dar fruto verdadero es necesario cuidarnos unos a otros y permitir que el Espíritu Santo sea quien nos alimente espiritualmente. “Sabio es el que gana almas”, citó con convicción, y remarcó que la doctrina bíblica es lo que nos da identidad en Cristo. Sensini también hizo un fuerte llamado a la unidad y al amor, destacando que debemos valorar a cada persona por el precio que Cristo pagó por ella. En un momento de gran impacto, concluyó: “Debemos ser anticuerpos que restauren la iglesia, no elementos que la dañen”.

Así, con una jornada cargada de unción, enseñanzas poderosas y corazones abiertos, el Congreso avanza hacia su última etapa con gran expectativa y gratitud por todo lo vivido.

Cada conferencia tuvo su propia particularidad, ya que Dios se fue moviendo en cada detalle ante aquellos congresistas que llegaron de todo el país.

Por Juan Quispe

 

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