Ante la denuncia emitida por el Ministerio de Capital Humano de Nación, que reveló que casi un 50% de comedores barriales y organizacionales no estarían distribuyendo la comida a las familias vulnerables o directamente no existen, la ministra de Desarrollo Humano de Jujuy, Marta Russo, ha tomado cartas en el asunto. La ministra indicó que se están llevando a cabo controles y un proceso de reempadronamiento con el objetivo de verificar la situación real de la provincia.

Russo subrayó que el objetivo principal de estas es asegurar de que los alimentos lleguen a las familias vulnerables acciones que realmente los necesitan y no sean desviados. Esta etapa de investigación es crucial para identificar y corregir cualquier irregularidad en la distribución de alimentos, garantizando que los recursos destinados a combatir la inseguridad alimentaria sean utilizados de manera eficiente y efectiva.

El proceso de reempadronamiento implica revisar y actualizar los registros de los comedores barriales y organizacionales, asegurándose de que estos cumplen con los requisitos establecidos y operan de manera transparente. Además, se busca identificar aquellos comedores que no existen o que no están funcionando de acuerdo a lo estipulado, para tomar las medidas correspondientes y evitar que se perpetúen situaciones de fraude o desvío de recursos.

La ministra Russo destacó la importancia de este proceso no solo para garantizar la correcta distribución de alimentos, sino también para recuperar la confianza de la comunidad en los programas de asistencia social. En este sentido, el ministerio está trabajando en estrecha colaboración con otras organizaciones y autoridades para llevar a cabo una auditoría exhaustiva y asegurar que cada comedor registrado esté en condiciones de operar y cumplir con su propósito.

Este esfuerzo por parte del Ministerio de Desarrollo Humano de Jujuy refleja un compromiso firme con la transparencia y la responsabilidad en la gestión de recursos públicos. Al abordar estas irregularidades, se espera mejorar significativamente la eficacia de los programas de asistencia alimentaria y asegurar que las familias vulnerables reciban el apoyo que necesitan para enfrentar la crisis alimentaria y mejorar su calidad de vida.