Desde que abrió las puertas de su casa, para brindar un plato de comida en el barrio Las Tipas de Palpalá, su vida cambió y Su, pasó de ser una ciudadana más, a, una ciudadana que se preocupa por los otros ciudadanos en situación vulnerable, destacando principalmente a los niños.
Su trabajo a pulmón y vecinal, la a llevado a conseguir, ropa, libros, útiles escolares y, hasta celebrar cumpleaños, para niños que no tuvieron en su vida, la oportunidad de tener una fiesta.
A veces sin tener para dar, saca de su bolsillo, de lo poco que tiene y, hace maravillas para poder costear el comedor y merendero.
Su labor es tan destacable, por que lograr unir a otras mamás, para poder lograr que los niños coman, vayan a la escuela, luchen por la unión de la familia y, para que tengan fe, en algo mayor que la humanidad, es algo maravilloso.
Ella predica una vida de moral, orden y respeto por el otro. Alienta a la buena autoestima y al profesionalismo. Dejando un mensaje de Dios en sus vidas, para que las miserias humanas, no los detengan.
Gracias Susana Bejarano, por hacer mejor este mundo.