Hace, aproximadamente cuatro años, un hombre, vio que deambulaba una cachorra por las calles. Pasó el tiempo y ella seguía por ahí. El, le tomó aprecio y la adoptó, según nos cuenta su dueño, quién pidió no salir en la foto.
Ambos se conocieron en la calle. El con un tarrito para recibir ayuda de la gente y ella, deambulando por las arterias capitalinas. Un día, se acompañaron y desde ahí, son inseparables, nos dijo el dueño.
Con su abrigo rosado, ella observa quien se acerca a su amo y luego se va a dar unas vueltas, mientras este cronista, dialoga.
Este señor, que por situaciones personales, nos pidió que no diéramos su nombre, ni mostráramos su foto. Pero por esa situaciones de la vida, poblemas internos en la familia, el decidió aislarse y lleva hoy en en día, un estilo de vida más en situación de calle. Pero acompañada de su gran amiga perruna.
El se encuentra sobre la calle Lavalle y casi Belgrano, en la capital jujeña. Ellos esperan la colaboración de la gente. Ellos, viven una vida de cuidados y amistad. La calle los unió. Y, ahora, juntos enfrentan la vida que les tocó, en Jujuy.