El comedor “bajo un árbol”, volvió a mostrar como pese a que no les sobra, siguen recorriendo, barrio por barrio, tratando de asistir a todos los que pueden, con un plato de comida. Gente adulta, familias muy carenciadas, gente en situación de calle y hasta personas dadas al abandono por los vicios del alcohol o las drogas.
Pero un llamativo accionar sorprendió a los caballeros solidarios del barrio Constitución. Un niño (amigo de ellos) decidió aprovechar sus vacaciones, para colaborar ayudando en el reparto de comidas.
Es que la crisis familiar y económica, golpea a todos por igual. Ni siquiera el que mejor pasar tenga, está lejos de una caída abrupta.
Por ello, siempre desde nuestro medio, alentamos a que los vecinos que puedan seguir colaborando con Facundo García y todo su escuadron de LUCHA CONTRA EL HAMBRE EN PALPALÁ, lo sigan haciendo.
Dios que dice: El que da al pobre, le da a Dios y Dios no es deudor de nadie.