Por Juan Ramón Quispe. Allá, por el inicio de la pandemia, la crisis económica ya estaba presente en muchas familias palpaleñas. Muchos comedores crecieron y, hasta algunos, cerraban los cupos, por que no tenían que brindar. Pero, algo empeoró con la llegada de la pandemia por el coronavirus, y fue que el que estaba en situación de calle, alcoholismo, abandono, jubilados con magros ingresos, entre familias sin ayuda, quedaron más empobrecidas y, apartadas del sistema.
Y, fue allí, dónde un grupo de vecinos, liderados por un militar, llamado Facundo García, plantaron una olla mediana para la gente que se apostaba al abandono ante una situación que los dejaba, cada día en el desamparo.
Ese grupo de vecinos solidarios, en poco tiempo, tuvieron que cambiar una olla mediana por una grande, para alimentar a mas de 200 personas. Los vecinos venían de varios barrios de palpalá, hacia el barrio Constitución, por un plato de comida.
Fue un trabajo de logística importante. “Tropa. Campo de combate. Hay que salir a batallar al enemigo”, fueron algunas palabras clásicas de estos vecinos, en referencia a la situación que atravesaban sus pares vecinales.
Hoy cumplen tres años de estar en el frio, calor y lluvias, brindando un plato de comida para los que más necesitan. A veces, dejando a sus familias, salen a buscar al necesitado, con lo poco que tienen, y lo que los anónimos ayudan, y lo que algún político (minimamente) pudo aportar.
Dios los bendiga Tropa Gigante en Palpalá.
Nos vemos en otro recorrido, en el campo de batalla.