Daniel Alemán, de 42 años, vive en la localidad de Manantiales, Puesto Viejo, junto a su esposa y sus cuatro hijos. Desde 2022, la familia enfrenta una situación difícil tras el diagnóstico de cáncer de útero de su esposa, un hecho que cambió radicalmente sus vidas.
“Mi esposa empezó a tener dolores que le afectaban el caminar, y tuve que pedir permisos para estar con ella. Eso me dejó sin empleo, pero no iba a dejarla sola”, comentó Daniel.
A medida que la enfermedad avanzaba, las prioridades de Daniel cambiaron. Hoy en día, aunque las cosas han empezado a reacomodarse, sigue buscando un empleo estable para poder mantener a su familia y cubrir los costosos tratamientos médicos de su esposa. Aunque realiza trabajos esporádicos, el ingreso no es suficiente para las necesidades diarias y médicas que enfrentan.
Con lágrimas en los ojos, Daniel confesó que nunca imaginó que su familia atravesaría por una situación tan dura, pero destacó que, a pesar de todo, están más unidos que nunca. La lucha diaria ha fortalecido los lazos familiares, y a pesar de las adversidades, Daniel no pierde la esperanza de encontrar un trabajo que le permita brindar estabilidad a su familia y seguir acompañando a su esposa en esta difícil batalla.
“Mi esposa empezó a tener dolores que le afectaban el caminar y tuve que pedir permisos para estar con ella pero eso me dejó sin empleo. Pero yo no iba a dejarla sola”, sintetizó Daniel.
“Mi esposa empezó a tener dolores que le afectaban el caminar, y tuve que pedir permisos para estar con ella. Eso me dejó sin empleo, pero no iba a dejarla sola”, comentó Daniel.
A medida que la enfermedad avanzaba, las prioridades de Daniel cambiaron. Hoy en día, aunque las cosas han empezado a reacomodarse, sigue buscando un empleo estable para poder mantener a su familia y cubrir los costosos tratamientos médicos de su esposa. Aunque realiza trabajos esporádicos, el ingreso no es suficiente para las necesidades diarias y médicas que enfrentan.