Cuando tenía dieciséis años, la adolescente salió de su casa a un concierto. Núnca regresó. El dolor de la familia, duele por más de 10 años dónde probó el desamparo ante una muerte que no tiene consuelo.
“Podría estar el asesino a mi lado y no lo sé” afirmó la madre de Kathy.
Hoy la adolescente sería una joven más, la cual la madre señala, soñaba con ser odontóloga.
“Hasta yo creo que los abogados me jugaron una mala pasada, por qué perdieron mi expediente”, resaltó la madre.
La tía de Kathy, no se rinde ante el tiempo y la justicia JUJEÑA, que aún están en deuda con la niña PALPALEÑÁ, en una causa, dónde no hay detenidos ni ningún avance.