En la jornada del 7 de junio en la Argentina se saluda y dice “feliz día” a todos los periodistas que, desde 1938, se desarrolló el Primer Congreso de Periodistas y se sentaron los primeros escritos del Estatuto Profesional (ley 12-908), que sería sancionada en 1944 por el Congreso Nacional. Aquella primera congregación de colegas, llevado a cabo en Córdoba, estableció que todos los 7 de junio se celebre el Día del Periodista, en homenaje al primer diario que funcionó en el país desde la etapa independentista.
Pero, una dura realidad atraviesa a muchos comunicadores sociales, y es que el salario de un periodista, está por debajo de lo que muchos piensan. En muchas ocasiones, los periodistas ejercen varios trabajos para poder costear el mantener una familia.
Y, muchas empresas de medios, están manejadas por empresarios que, en una gran mayoría de los casos, convirtieron al producto noticioso, en un paquete de marketing, que cada vez se aleja de la bases teóricas del periodismo y lo humanístico. Al punto que, sólo importa vender.
Muchos disfrutan el ejercer el periodismo, en cambio, otros la padecen. Y, ambos continúan ahí.
Transmitir verdades, en medio de bajadas de líneas, editoriales, enemigos del dueño de los medios, o sus amigos, es todo un camino de interpretaciones y resultantes extrañas, a veces.
Pero en medio de todo ello, entre la puja de posturas, poderes, dinero, egos, surge la pluma inspirada de aquellos que en su sangre, anhelan mejorarle la vida a la comunidad, con sus textos, sus palabras, sus voces, sus humores, sus cualidades y sus fundamentos.
En fin, feliz día a todos los periodistas. Sólo ellos saben de que les hablo, cuando me refieron a todo lo anterior. Salud. Esperemos que un día todo cambie para bien.