Otra vez se repite la triste escena cuando desborda el canal que pasa por el Merendero A Pulmón, en el asentamiento 16 de Mayo, sobre la Puerto Argentino, donde cientos de niños esperaban una taza de mate a cargo de Delia Vargas y Anita. “Cada vez que llueve nos sucede lo mismo“, señaló Delia, ofuscada por que pese al esfuerzo por dejar en buenas condicione al merendero, el dinero no les alcanza y la ayuda del gobierno, tampoco es la mejor.
La asistencia a los niños carenciados del barrio, lleva a que pese a la precariedad en infraestructura, lo conviertan en un espacio para poder contener necesidades que muchas familias jujeñas, no pueden satisfacer en sus hogares.
Hoy el Merendero A Pulmón, vuelve a mostrar como quedó el espacio dónde más de 400 niños van por una taza de leche o mate.