Mientras la economía mundial vive conmocionada por la ola de inflación global, en Bolivia el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ha mantenido sorprendentemente estable.
La guerra de Ucrania y los estímulos con los que los gobiernos respondieron al golpe de la pandemia han llevado el aumento de los precios en muchas partes del mundo a niveles que no se veían hace décadas.
En América Latina, el impacto de la subida es especialmente doloroso.
Pero Bolivia ha podido hasta ahora librarse y cuando las curvas de sus vecinos y de medio mundo se disparaban al alza, Bolivia llegó incluso a registrar una bajada de los precios del 0,1% de febrero a marzo de este año.
Razones que hacen que Bolivia no tambalee en la inflación que afecta al mundo:
1- La moneda nacional boliviana se ha mantenido fuerte. Tiene un tipo de cambio fijo, con respecto al dólar estadounidense. Esto es gracias a que las autoridades inyectan dólares a sus mercados. Sin olvidar la nacionalización que hubo de las empresas.
2- Bolivia subsidia, mucho de los productos esenciales que consume la población. Por ello, el precio de la gasolina se ha mantenido estable
3- Existe un Certificado de exportación que deben tener los productos bolivianos que se venden en el exterior. Cuando el abastecimiento de un producto no está garantizado a un precio que las autoridades consideran justo para los ciudadanos bolivianos, estos pueden negarle el certificado de exportación a los empresarios. Pues la idea es que haya una mayor oferta del producto en el mercado interno, lo cual permite la baja de los precios en la población.
Aunque no hay que dejar de lado, las deudas que se contraen para mantener la estabilidad económica.