En tiempos de coronavirus, desde marzo del 2020, muchos funcionarios justificaron la falta de obra pública por la pandemia. Esa excusa se llevó casi dos años con escasas obras en ciudades olvidadas por los elegidos del pueblo.
Sin embargo, post pandemia, algunas ciudades empezaron a mostrar algunas mejoras, en tanto otras, siguen igual a antes de la pandemia.
O peor aún, sus calles empeoran y no hay esperanzas de que en el poco tiempo que resta, puedan obtener inauguraciones de nuevas adquisiciones.
Por ahora, muchos funcionarios se van centrando en el 2023, para las próximas elecciones. Los enemigos se vuelven amigos, aliados o más enemigos.
Pero, y ¿la obra pública?
Muchos han observado que han criado a sus hijos y los han visto irse de su casa con calles en mal estado y falta de hasta terminales en buen estado.
El año casi está llegando a su final. Espero los funcionarios, no sigan echando la culpa a la pandemia. Ya ese verso, nadie lo cree.