SOCIEDAD

Psicólogos y expertos conductistas trabajaron al servicio del Poder para convertir a la humanidad en rebaño

Foto: Facebook

Magdalena del Amo, periodista del diario español ElDiestro.es, refleja en una de sus publicaciones, un fuerte descargo sobre la realidad social que acontece al mundo.

Afirma que,por eso es tan fácil manipular a la sociedad, pensar por ella y hacerle creer que tiene ideas propias. Así, cuando se presentan argumentos desmontando una trama, la mente del ciudadano normal entra en lo que se llama en psicología “disonancia cognitiva”, una alteración o estado de confusión mental que impide un análisis racional. Urge una desprogramación social…

Señala: El banquero James Warburg, hijo de Paul Warburg, considerado el padre del sistema de la Reserva Federal, asesor de Delano Roosevelt y asociado a los Rotschild, decía en el Senado de Estados Unidos en 1950: “Nos guste o no, tendremos un gobierno mundial único. La cuestión es si se logrará mediante consentimiento o a la fuerza”. La duda ya está medio resuelta. Por lo que estamos viendo, el estado comatoso e hipnótico de la sociedad está haciendo posible la total conquista sin tener que aplicar la fuerza a la que aludía el banquero. Se está produciendo la completa rendición y entrega de llaves, que abarca los niveles físico, mental y espiritual. Pero esto no es cosa de los últimos dos años, como se dice por ahí. Llevamos mucho tiempo en guerra.

Salvador Freixedo repetía con frecuencia en sus conferencias: “Han conquistado nuestras mentes. La humanidad está posesa”. Y a propósito del delirio de las nuevas tecnologías que irrumpieron de pronto y avasallando, haciéndonos adictos, decía que la sociedad no estaba lo suficientemente evolucionada para bregar con este tipo de artilugios y distracciones. “Las ‘pantallitas’ son juguetes envenenados”, solía decir, como buen conocedor de la intención de los mensajes subliminales implícitos, además del daño por la exposición continuada no solo a los campos electromagnéticos, sino a la exposición de imágenes con movimiento y sonido, especialmente en los adolescentes y los niños, que aún no tienen desarrollada la corteza prefrontal. Y respecto al entramado de los cuatro escalones de las élites que, unidos en sinergia, diseñan y gobiernan el mundo desde la sombra, así condensa su pensamiento.

Agrega: Muchos no comprenderán estas palabras de Freixedo, como no se entendía hace años cuando se hablaba del Poder en la sombra, de las élites satánicas, de la corrupción de la ONU, de la presión de los lobbies, de la pederastia de alto standing, del tráfico de personas, del Nuevo Orden Mundial, de la desaparición del dinero físico o de la manipulación de la sociedad a través del miedo, en definitiva, de la tiranía orwelliana.

La domesticación para crear un pensamiento único

No es opinión, sino puros datos sobre algunas de las estrategias de domesticación a las que fue sometida la humanidad a partir de la Segunda Guerra Mundial, a través de la radio, la televisión y la música, con el fin de crear un estado de “atontamiento” general, según las propias palabras de los autores de la investigación. Muchos de los psicólogos y sociólogos de renombre que aparecen en las enciclopedias y se estudian en las carreras universitarias tienen un lado oscuro que no se puede ocultar cuando se profundiza en sus investigaciones: haber estado al servicio del Poder, para crear una humanidad vulnerable y fácilmente manipulable, es decir, convertirla en rebaño.

En la década de los cuarenta, el Instituto Tavistock, responsable del cambio radical que se produciría en los años sesenta, trabajó activamente con la Escuela de Fráncfort, afincada en Nueva York, en un experimento sobre el impacto en la cultura de un medio de comunicación como la radio. El experimento, conocido como “Proyecto de investigación de la radio”, dirigido por el sociólogo vienés Paul Lazarsfeld y financiado por la Fundación Rockefeller, se llevó a cabo desde la Universidad de Princeton. En él se tuvieron muy en cuenta las técnicas nazis de propaganda. Theodor Adorno, a quien tanto hemos estudiado y leído en psicología, estuvo vinculado durante los dos primeros años.

La turbulencia social

Un tiempo después aparece la televisión, a la que podemos añadir todo el universo de la imagen en general, que reforzaría este impacto en los últimos años. Eric Trist, uno de los fundadores del Tavistock y Frederik Emery son los ideólogos del programa de control mental a través de la televisión y creadores de la teoría de la “turbulencia social”. A mediados de los setenta nos obsequiaron con dos libros sobre “el sobrecogedor efecto que veinte años de televisión habían tenido en la sociedad norteamericana “El proceso de ver la televisión es en sí mismo un mecanismo de lavado de cerebro”, aseguran. Estudios realizados por estos y otros investigadores concluyen que “sea cual sea el contenido, el visionado de televisión desactiva los poderes cognitivos de la mente y logra un ‘efecto similar al de un narcótico’ en el sistema nervioso central, convirtiendo al espectador habitual en un sujeto sugestionable y manipulable. Además, descubrieron que estos zombis con el cerebro lavado negarían histéricamente que les pasase nada o siquiera que tales manipulaciones de su ‘pensamiento’ fueran posibles”.

Es tal cual. Lo hemos visto a lo largo del tiempo y con mayor claridad en estos días de distopía en los que la mentira se sirve en bandeja varias veces al día. Ninguna persona manipulada admite estar influida por los medios o el sistema en general. Sin embargo, la sociedad –salvo contadas excepciones—no piensa; otros piensan por ella.

Estos especialistas en la conducta humana sostenían hace más de medio siglo que a través del denominado “efecto de ablandamiento de conmociones de futuro” la sociedad se ablandaría, debido a problemas comunes, como crisis financieras, ataques terroristas o escasez de energía, e incidían en que si todo esto sucedía al mismo tiempo, la población caería en una especie de psicosis colectiva donde los individuos, al huir de la situación insostenible real, entrarían en un nihilismo total que los haría entregarse a las diversiones y al entretenimiento

Theodor Adorno expresaba así los alcances de la televisión: “La televisión es un medio de condicionamiento y control psicológico como nunca se ha soñado”. Por su parte, el analista Harley Schlanger escribe, a posteriori, estas significativas palabras a propósito de Adorno y su equipo de trabajo:

“La televisión suponía un medio ideal para crear una cultura homogénea, una cultura de masas, a través de la cual se pudiera controlar y conformar la opinión pública, de modo que todo el mundo en el país acabara pensando lo mismo”.

Se refiere a Estados Unidos, pero ocurrió exactamente igual en el resto del mundo, cuando los países alcanzaron las cotas de bienestar y los avances tecnológicos unos años más tarde.

En los años sesenta, por designio de los “amos del mundo”, empezaron a proliferar los grupos de rock y los conciertos, no de una manera natural, como consecuencia de los años de bonanza una vez superada la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, sino como arma de control de masas. Se crean grupos de diseño, como los Beatles o los Rolling Stones para dirigir a la juventud. La manipulación a través de la música y la televisión empezó prácticamente al mismo tiempo.

Fuente: el diestro.es

 

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