Por Juan Quispe. Volvieron los tiempos de elecciones de reinas o embajadoras en Jujuy, de una manera muy intensa en estos días y tras la pandemia. Los estudiantes se regocijan con sus obras de artes que son expuestas a toda la comunidad, y de paso algunas de ellas, tienen la oportunidad de representar a sus compañeros en certámenes estudiantiles.
Pero así también, volvieron los comentarios seriales que atacan sin límites a traves de las redes sociales. Nadie indica que sea malo poder opinar y disentir de ciertas situaciones. Pero llegar al extremo de defenestrar a una adolescente, eso si es cuestionable. Y es a lo que muchos llegan.
Lo duro de todo esto, es que se olvidan del impacto que pueden tener las palabras en las personas que se arriesgan con miedos y deseos a participar en una fiesta netamente de estudiantes de secundaria. Ni siquiera son adultos.
De ahí, los comentarios son de todo tipo. Desde apoyos, pero también desde un odio inmedible.
En muchas representantes la educación emocional trabaja a contrapelo con el acompañamiento de familiares y amigos. Pero algunas palabras traspasan las plataformas y hieren.
Por ello, el llamado de SALVAR A LA REINA, es en relación a cuidar más a las representantes que nada tienen que ver con la violencia. Al contrario. Sólo están viviendo una experiencia de estudiantes en una edad que ya no volverá.
Insisto. Nadie dice que no se deba opinar y no estar de acuerdo. Todos somos diferentes. Pero llegar a los extremos, núnca es bueno.
Ojalá podamos mejorar.
Juan R. Quispe.
