SOCIEDAD

Se destapó la olla jujeña y el efecto lo seguimos viviendo

Foto: Juan Quispe

La marcha docente que inició por reclamos salariales, no sólo fue por el estado económico actual, sino que viene llevando años de pedidos de mejoras o, peleas con sus representantes gremiales que los entregaron a miserias post paritarias.

Ciertamente, era notable cuando una docente o directivo, quería hablar sobre alguna temática de faltante o daño edilicio de algún establecimiento educativo. Rápidamente el teléfono sonaba para que los mismos, se comunicaran con los periodistas para pedir que se bajara la nota o para recibir algún tipo de sanción o, llamado de atención.

Ese silencio de muchos, es el que se pronuncia masivamente, como una olla a presión, en las calles.

Recuerdo que los docentes te llamaban o te escribían para contarte lo que pasaba pero con miedo y a oculta. Hoy, esos mismos docentes, gritan desaforados en las calles, lo que antes temían decir.

A esto se le fue sumando otros reclamos.

También está el aprovechamiento político de casi todos los sectores.

De a poco pareciese se va encontrando la calma. El tan esperado consenso o participación que existió de manera relativa, hoy empieza a aparecer.

La imagen de muchos políticos, cayó repentinamente, al punto que algunos se replantean que podría pasar en las próximas elecciones, dónde se vuelven a elegir representantes para el congreso de la nación y ni hablar de las PASO.

 

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