Es del Barrio San Pedrito de la capital jujeña. María Ramos tiene 31 años y proviene de una bella familia, que hoy demuestra que el esfuerzo, la dedicación y la disciplina, son una buena herramienta para forjar un futuro en un mundo de muchas barreras. “Soy una bendecida”, recalca María en una entrevista exclusiva para www.enteratejujuy.com, y resalta sobre los premios mundiales, el apoyo de la gente, las andanzas, sus miedos, lo que hace falta en Jujuy, y el acompañamiento del profe Martin Mendieta. Sobre todo, afirma que, sin Dios, sería imposible llegar a todos los lugares que ha estado y seguirá llevando a Jujuy en alto. Contó que es cristiana y participa de las reuniones del Templo Bíblico Maranatha de Jujuy.
Una historia que merece ser contada.