Las asociaciones y la participación aumentan los beneficios
Los servicios ambientales, como el control de la contaminación y el enriquecimiento de la biodiversidad, figuran entre los beneficios compartidos más destacados en el informe, junto con las oportunidades de compartir datos e información y de cofinanciación. Por ejemplo, los “fondos de agua” son sistemas de financiación que reúnen a usuarios aguas abajo, como ciudades, empresas y servicios públicos, para invertir colectivamente en la protección de hábitats aguas arriba y en la gestión de tierras agrícolas con el fin de mejorar la calidad y/o cantidad global del agua.
El Fondo del Agua de Monterrey (México), puesto en marcha en 2013, ha mantenido la calidad del agua, reducido las inundaciones, mejorado la infiltración y rehabilitado hábitats naturales a través de la cofinanciación. El éxito de enfoques similares en el África subsahariana, incluida la cuenca del río Tana-Nairobi, que suministra el 95% del agua dulce de Nairobi y el 50% de la electricidad de Kenya, ilustra el potencial global de tales asociaciones.
La participación inclusiva de las partes interesadas también fomenta la aceptación y la apropiación. Involucrar a los usuarios finales en la planificación y ejecución de los sistemas de agua crea servicios que se ajustan mejor a las necesidades y recursos de las comunidades pobres, y aumenta la aceptación y apropiación públicas. También fomenta la responsabilidad y la transparencia. En los campos de desplazados de la región somalí de Gedo, los residentes eligen comités de agua que gestionan y mantienen los puntos de agua que abastecen a decenas de miles de personas. Los miembros de los comités colaboran con las autoridades locales del agua de las comunidades de acogida para compartir y gestionar los recursos hídricos.