La dirigente señaló que la propuesta de reforma planteaba “el reconocimiento a la preexistencia étnica y cultural de las comunidades originarias y pueblos indígenas jujeños y garantizaba el respeto a la identidad, espiritualidad, herencia cultural, conocimiento ancestral y el derecho a la educación bilingüe intercultural, y entonces –se preguntó- cómo no estar de acuerdo con algo tan en sintonía con nuestra Constitución nacional, en la cual estas propuestas fueron hechas por el cuerpo del Consejo de Participación Indígena, y todos estuvieron de acuerdo con que sea esta la propuesta que se tratara conjuntamente con los convencionales”.
“Eran reconocimientos que iban a ir en una forma exponencial”, sostuvo y estimó que “a los hermanos indígenas de nuestra provincia un poco de lectura respecto a esto les hizo falta, qué teníamos por la Constitución de 1986 y qué íbamos a tener a partir de esta reforma”.
Sobre los reclamos en contra de la reforma, analizó que “nos parece que hubo una mala interpretación porque justamente la punta del ovillo fue el litio, los recursos naturales en la Puna, el agua y sobre eso fueron, pero me parece que los hermanos no llegaron a comprender en realidad lo que era esta reforma en cuanto a reconocernos nosotros como pueblos indígenas, donde el Estado te está reconociendo e invitando a que las políticas públicas las construyamos juntos”.
Tras aseverar que “hemos retrocedido cuarenta años”, agregó que “hoy, junto con muchos hermanos, podríamos haber estado muy contentos, diciendo que nuestras generaciones futuras van a ser reconocidas y van a entrar en las planificaciones, en todo lo que es la política indígena pura”.
“No nos hace bien como pueblo indígena estar continuamente en contra del Estado, más bien nos tenemos que apropiar como pueblos indígenas de esta política; tenemos que hacer que esto sea nuestro”, expresó la dirigente.
Finalmente sostuvo que “hubo una mala información hacia adentro” de las comunidades, las que “no son agresivas, no van a la confrontación. Por eso me gustaría que mis hermanos recapaciten y veamos de qué manera podemos hacer que esto no siga sucediendo, que venga alguien a llenarnos la cabeza y decirnos cualquier cosa, cuando no hemos comprendido hacia dónde íbamos a ir y lo que podríamos haber dejado para nuestras descendencias”.